29 noviembre 2005
Cristales rotos
Tus labios
en un cristal manchado de vaho.
Mi respiración,
al otro lado,
expira el calor de los besos
que nos hemos dado.
Una barrera invisible y fría
entre tu mano...
y la mía.
Palabras que no llegan
entre mis ojos y tus labios,
entre mis labios y tu mano.
Voy a quedarme aquí,
con este frío vidrio
que me deja verte marchar
pero no sentirte mía.
Contaré cada segundo que se va,
en esta tan corta distancia,
para pedirle cuentas al destino
que se acerca entre suspiro... y suspiro.
Inmóvil,
te alejas dejando el tiempo detenido
y, tu reflejo,
lentamente,
empieza a desvanecerse en el tiento
de la noche mas negra de mi vida.
La última luz tenue
de mi corazón
se apaga... con el dulce ronroneo de tus pasos
Adios princèsse
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